La puerta de Atrás. Diciembre 2009. Vol 1.

Rosca! Revista Electrónica sobre Cultura Gay y Temas de Diversidad SexualRosca! Revista Electrónica sobre Cultura Gay y Temas de Diversidad Sexual

La puerta de Atrás |
"Lengua Picuda"

Rosca! Revista Electrónica sobre Cultura Gay y Temas de Diversidad Sexual

Pudiera pensarse que el tema de los besos sólo debería preocupar a los que inauguran la pubertad y se pasan durante horas delante del espejo ensayando cómo besar a su idealizado príncipe. Pero lo cierto es, que continúa siendo de gran relevancia en el mundo sexual y afectivo de los más grandecitos, representando una especial fantasía y forma de contacto en el mundo homosexual. Hoy queremos detenernos, y hacer una reverencia si fuera necesario, ante la sensualidad y majestuosidad del beso con lengua.

No hablamos de unir las lenguas como cobras o lamer como algunas mascotas, nos referimos al arte de besar con pasión, para lo cual se hace imprescindible un buen manejo de los labios y la mucosa bucal. No es algo que se aprenda de un día para otro, pero el papel que tiene en la atracción es concluyente para una gran mayoría, sobre todo si tenemos en cuenta el efecto de rechazo que provoca un beso con lengua mal dado.

Si bien sabemos que el aliento, como otras características, son importantes para un beso satisfactorio, intimo y sensual. Existen otros elementos que se deben tomar en cuenta para garantizar una tarea exitosa; por ejemplo, sabemos que no se debe introducir la lengua hasta dar las doce campanadas con la amígdala. Es innecesario tocar fondo, generará en la pareja una sensación de agobio e incomodidad distando mucho de ser algo sexy. En cambio, mover la lengua en sentido rotatorio o entrelazándola con la del compañero es más agradable y exitoso. Esta rotundamente prohibido invadir la boca del otro con exceso de salivación, a menos que esto sea del agrado de ambos y esté claro desde un principio. Sí, es cierto que hay personas que salivan más que otras, ante lo cual poco se puede hacer, salvo tener más cuidado y tragar antes. Aún así, algo que se debe tener presente es el no asfixiar al amante con un beso hiperprolongado. Los besos pueden extenderse, tomar respiraciones y contemplar variaciones del ritmo. A veces hay quien dejándose llevar por el momento y la excitación se embarca en un beso ininterrumpido sin darse cuenta de que el otro o no lo siente así o necesita coger aire, pues tanta intensidad le resulta molesta, sin que ello signifique que experimente menos sentimientos o amor. Por eso, es conveniente estar atentos a la respiración y gestos del compañero, y alternar el beso profundo con otros juegos como morderse los labios, besar en el cuello, acariciarse, entre mutras cosas creativas que puedan surgir.

Pero ¿por qué despierta tantas emociones un beso? Pensemos que tanto los labios, como la lengua y las paredes internas de la cavidad bucal son zonas altamente sensibles por la cantidad de terminaciones nerviosas que tienen. Además es una práctica que conlleva una gran estimulación sensorial: la textura - suavidad de la lengua y del interior de la boca -, la humedad, el calor del aliento, son percepciones muy excitantes, que se ven amplificadas por el hecho de cerrar los ojos, y hacer foco en el beso. Aunque es una tendencia interesante hacerlo con los ojos abiertos. Cuando besar provoca excitación, el cuerpo en general está más receptivo a la estimulación erótica, con lo que no es extraño que genere algunas reacciones físicas como la erección y emisión del líquido preseminal o lubricación.

Aunque es más infrecuente, también un beso por sí solo puede desencadenar un orgasmo, en parejas muy jóvenes, sobreexcitadas y poco experimentadas, reacción que conforme se habitúan a los contactos íntimos irá desapareciendo. Mas no basta tener la capacidad de sentir deseo para tenerlo, de ahí que los actores y las parejas sin “química” puedan besarse externamente de manera apasionada, y sin embargo vivirlo subjetivamente con indiferencia, e incluso desagrado. A continuación, un par de tips para practicar este arte en su mejor estilo:

* Puedes utilizar el extremo y los bordes de tu lengua para explorar y acariciar con ellos los de la lengua de tu pareja, o bien debajo de la misma. También puedes jugar a rozar lentamente el borde interno de las encías del otro - sobre todo la superior -, la parte anterior del paladar o cielo de la boca, sin detenerte en los dientes excesivamente. Cuidado con las cosquillas que esto les provoca a algunas personas.
* Combina la estimulación lingual con la de los labios. Mordisquéalos suavemente, y aprisiona alternativamente su labio inferior y superior entre los tuyos. Los tratados eróticos argumentan que el labio superior es una de las zonas más erógenas del cuerpo, incluso se alude al canal nervioso que une directamente con terminaciones de los órganos sexuales, con lo que al ser masajeado el primero liberaría energía sexual y estimularía el deseo.
* Algunas parejas disfrutan de introducir y sacar rítmicamente la lengua en la boca del compañero, como preludio simbólico de la penetración que se producirá durante el coito o simple entretenimiento - juego sexual -, queda a juicio de los practicantes.
* Las posibilidades son infinitas y a gusto de los protagonistas - succionar los labios, la lengua -.Este tipo de beso profundo, o beso francés, se puede complementar con otro tipo de caricias, en las que la lengua y los labios llegan hasta el cuello, la nariz, los ojos, y en especial las orejas. Éstas últimas son lugares altamente erógenos para la gran mayoría, aunque hay un porcentaje de personas a las que les causa rechazo, igual que los besos o caricias en el ombligo.

Ni que decir tiene que esto no es un manual para poner en marcha un aparato electrónico. De nada sirve llegar e imponer los movimientos propios, si no escuchamos lo que nos quiere decir la lengua de la otra persona. Besar no sólo es ser activo y hacer ejercicios gimnásticos linguales, también implica recibir el beso, acoger los labios del compañero y dejarse descubrir por ellos. Es enriquecedor intercambiar los papeles de vez en cuando, de modo que unas veces sea uno el que besa y el otro el que recibe.

El beso que hoy les hemos presentado es satisfactorio por sí mismo, que incentive el deseo no significa necesariamente que tenga que ser siempre un medio para llegar a la relación sexual. Como quien dice, es válido por sus propios méritos. ¡A disfrutar todos, del arte del Beso con una buena Lengua!



Rosca! Revista Gay Venezolana
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